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"LA ADVERSIDAD NO ME VENCE, ME RETEMPLA"

El padre Carlos Arive presentó en Salliqueló un libro sobre su sobrino

El lunes por la noche, el Padre Carlos Arive, párroco de Tres Lomas, presentó en la parroquia San José el libro “La adversidad no me vence, me retempla”, obra que escribió sobre la vida de su sobrino Alejandro Díaz, un joven comunicador social que recibió formación espiritual y trasmitió su energía a través del periodismo deportivo.

El padre Carlos Arive presentó en Salliqueló un libro sobre su sobrino
Veradia.com

A través de un audiovisual, Arive reflejó parte de la vida de Alejandro y explicó a los presentes como llevaba a cabo su profesión inspirada en la práctica cristiana y finalmente como atraviesa sus últimos días remarcando la frase que lleva como título este libro.
Alejandro Díaz fue periodista deportivo, creador de un programa radial que trasmitía todas las inferiores de Gimnasia y Estudiantes, fue uno de los mentores del proyecto de la tecnicatura en periodismo deportivo que hoy ofrece también la Facultad de Periodismo de la Universidad Nacional de La Plata.
En el libro, el Padre Carlos recoge testimonios de la gente que lo conoció y del diario familiar que escribía desde niño: “Se destaca siempre el perfil humano que es lo que él siempre buscaba de los chicos que estaban en esas inferiores para que a través del fútbol, en el imaginario de vida sean mejores personas. A su vez trabajó muchísimo en la facultad y él fue un gran colaborador de que hoy puedan salir con un título universitario formados como periodistas deportivos.
Luego cuando le sucede la enfermedad es él mismo el que anima y estimula a sus padres, hermanos, amigos a todos, con esta frase que decía ‘La adversidad no me vence, me retempla’ y esto es que la templanza es tener fe con toda su belleza”.
Ampliando los conceptos Arive continuó: “Fue un cristiano que aspiró a ser santo y esa santidad no la vivió en la sacristía sino que llevó su fe a través de los gestos, su actitud, su adaptación y precisamente fue destacado como docente de la facultad y fue un gran colaborador en la creación de la tecnicatura en periodismo deportivo y es la primera en Latinoamérica en que provee ese título universitario. Tal es así que luego de su muerte la facultad le pone su nombre al aula 5 y fue declarado también ciudadano ilustre post mortem de la ciudad de La Plata”.
En cuanto a la iniciativa de concretar esta obra, el sacerdote argumentó: “La idea surge por lo que veía de mi sobrino, él fue el único sobrino de 40 que tengo que fue a todas las parroquias donde estuve y al ver lo que sus amigos decían y escribían fue que me instalé un verano en La Plata, en las vacaciones y comencé a pedir testimonios, más él que escribía un diario familiar desde muy niño, con esa vocación de comunicador y con tanta huella que deja un comunicador a tan temprana edad y con un cristiano tan firme en su fe, incluso ni la enfermedad ni la muerte lo amedrantaron y así la intuición inicial fue superada por los testimonios y todo lo que pude recopilar de su vida. Como sacerdote escribo viendo la huella de Dios sobre su vida”.
Luego de la presentación, el autor autografió todos los ejemplares que los presentes adquirieron.